miércoles, 30 de octubre de 2013

Creando la nueva Oropéndola!!!

Cuando se persigue un sueño siempre hay más allá. 
Y cuando el sueño es compartido, y las imágenes del querer son reflejos de almas que resuenan unas en otras, el camino es más fácil.

Ha pasado un año desde que La Oropéndola comenzó a cantar con fuerza. Pronto, tal era su fuerza que, para volar cada vez más lejos, necesitó un nuevo espacio en dónde ir creando. Donde gestar nuevas maneras de aprender, de transmitir, de hacer fuertes a los que viven con ella. 

Continuamos tejiendo redes, entretejiendo corazones, dando paz, felicidad y seguridad a unos pequeños corazones ¡pero tan grandes a la vez! 

En este camino todo es mutuo; de los polluelos de la oropéndola, los adultos recibimos tanto por lo que damos, que nuestro corazón también se ha ensanchado desde que volamos juntos.

Cuando llegamos a nuestro nuevo espacio, se lo había comido una selva implacable de muchos años años de olvido. Pues nada ... ¡manos a la obra!! con rastrillos y azadas a descubrir qué nos esperaba debajo de la manta verde que cubrió el castillo. Todos estuvimos ahí, pequeños y grandes, como una gran escuela de los talleres más primitivos que el ser humano viene practicando desde que es hombre y desde que hace herramientas.
Y aunque costó, descubrimos que ese patio se llenaría de voces infantiles y guardaría el recuerdo de muchas aventuras.























Y ahora que mirábamos el espacio, limpio de esta planta que viste y tapa, pero también intenta hacer tierra todo lo que toca, pudimos valorar la dimensión del trabajo que había allí para hacer este lugar un sitio tranquilo para la infancia. 

Y ni que decir que lo primero fue delimitar los espacios para que no hubiera posibilidad de ensayos de vuelo sin motor por parte de los polluelos de la oropéndola. Así surgió la bella valla de madera que limita el patio y que protege de caer al bancal de los grandes olivos. Por un tronco de madera se empieza ........ 





Y gracias a la ayuda de unos expertos mini-ayudantes, y horas y horas de sierra, caladora, taladradora, metro, nivel, lijadora, brocha y aceite de linaza, conseguimos además de belleza, seguridad. ¡¡¡Lo que hace un equipo!!! ..... bravo!!




 

 




Y se termina con una hermosa valla ......  Bonita ¿no?




Y ¡¡con su puerta!!





Y mientras trabajamos y trabajamos, también la vida sigue, los amigos andan cerca, apetecen los momentos de ocio, de comentar, de disfrazarte, de jugar, de crear ......



 





Tampoco podíamos trasladar nuestra playa particular desde nuestro antiguo espacio, pero no hubo problema ya que manos amables y cariñosas, a la vez que expertas, hicieron una nueva playa en una o dos tardes. Vamos pasando de aprendices a maestrillos ........











Y falta el interior, que aunque estaba en muy buenas condiciones, todavía había que hacer unas cuantas mejoras imprescindibles para la seguridad de los polluelos, como la baranda de la escalera, o bien para que este castillo se viera más alegre con la pintura más luminosa y más colorida.








En este espacio hemos conseguido columpios, gracias a ayudas solidarias que nos han venido estupendas para poder tener más oferta infantil en el exterior. Con lo que ahora, las hadas, las sirenas y los duendes se deslizan de aquí allá, y además ensayan su psicomotricidad y su creatividad en el tobogán.



  



Y, como de costumbre, no hemos podido parar, ya que ha llegado el buen tiempo, que aquí llega bien pronto, y hace falta sombra por todas partes. Así es que a entoldar el exterior .... 



 



 Nuestra yurta se vino con nosotros ¡¡¡ahí está contra viento .... y marea!!!

Está claro que se puede!!
Con alegría, con ganas, sabiendo relativizar ..... ¡¡se puede!!



Eso sí .............  ¡¡¡sin perder nunca el sentido del humor!!!!





COMO SIEMPRE ..... GRACIAS A TODOS AQUELLOS QUE AYUDÁIS DÍA A DÍA A ESTE PROYECTO VITAL QUE ES DE LA GENTE DE LA CALLE ..... ¡¡DONDE ESTÁ EL VERDADERO PODER!!!!











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