martes, 2 de febrero de 2016

Huerto de invierno en el EE La Oropéndola


Qué mejor modo de celebrar el contacto con la Naturaleza que plantar un huerto con nuestras propias manos para ver el proceso de la vida de principio a fin.


 
Empezando por lo primero, que es crear un buen suelo con un buen sustrato en dónde las futuras plantas se sientan cómodas y crezcan sanas. Prepararamos las albitanas que van a alojar los bancales elevados; esto lo hacemos con materiales reciclados que hay en el propio espacio: unos bloques ciolíndricos de hormigón nos ayudan a delimitar cada bancal elevado.   Y como las plantas tienen flores, y las flores tienen pétalos .... por que no hacer un huerto en forma de flor???


Nuestro amigo el espantapájaro sonríe feliz .... ¡¡¡ya sirvo para lo que me hicieron!!!!!







Es muy interesante ver como las semillas y los plantones que pusimos en la tierra van creciendo poco a poco,  todos los días vamos mirando a ver cómo se hacen grandes las plantas de nuestro huerto.

Nuestras plantas crecen sanas ya que ponemos en prácticas conocimientos tradicionales de la agricultura, unidos a las corrientes más modernas como la permacultura. Así aprendemos que hay plantas auxiliares en el huerto .... como las caléndulas, que con su pelitre espantan muchos insectos perjudiciales para las hortalizas.
 

 

















Además de los ciclos vitales de las plantas de huerto,  aprendemos muchas otras cosas ..... ¿cómo se escribe "lechuga"? .... ¿son goles o coles? .....  ufff! qué difícil es escribir caléndula!! ..... y qué fácil escribir ajo!

 
y llega un día en que .....  puede empezar la cosecha!!!





 Viva nuestro huerto de invierno