lunes, 3 de septiembre de 2012

3 DE SEPTIEMBRE DE 2012



Hola equipo, o debería decir EQUIPAZO!!! 


Hoy, 3 de septiembre de 2012, es el día en el que se ha materializado el proyecto-sueño que venimos creando desde la navidad pasada, aquella Navidad del año 2011. 
Este tiempo ha sido como un embarazo, puesto que estamos en el mes noveno desde el inicio de la gestación de este proyecto: aquel día, en aquel parque cerca del teatro de Pupa-Clown , donde Carmen y Rafa tanteaban a los garruchaleros a ver qué les parecía la creación de una escuela en "el barrio". Pues ahí estamos, en la foto de la derecha, en abril, cuando al fin decidimos ubicar la escuela en el Carril de Los Limoneros, en una casa que aún estaba por terminar (como se puede ver en la foto de abajo), situada en medio de unos cuantos limonero con falta de cariño; pero, tanto la casa como los árboles, parecían estar esperándonos.





Desde el momento en que decidimos que crear una escuela no era un sueño descabellado, una fiebre pasajera de nuestros deseos, un gran equipo, o más bien debería decir un pequeño equipo de grandes personas, nos pusimos a trabajar para crear. Para crear todo aquello que es necesario en una escuela, trabajando en la construcción de ese lugar en donde cada mañana dejas a tus hijos y en el que confías para que los acoja y los cuide con amor, sabiduría, cariño y respeto. Como se puede ver, la empresa no fue fácil en ningún aspecto, pero tuvimos el aliento de nuestras pequeñas criaturas, que parece que siempre desearon que les hiciéramos un espacio así.




Tuvimos que reunirnos muchas veces para crear el andamiaje que sostuviera el sueño: un proyecto educativo que hubo que consensuar, la elección y diseño del lugar físico en dónde materializar el proyecto, la elección de las personas que serían el eje de las actividades lúdicas y educativas que queríamos hacer. Mucho, mucho tiempo dando forma como escultores, cada uno con su herramienta, a esa creación tan grande que  es una escuela libre. Nos constituimos como Asociación, creamos nuestra urdimbre legal, y comenzamos a creer en nuestro sueño.






Elegimos un primer lugar para ubicarnos y no surgió de ahí nuestra escuela, pero no nos deprimimos por ello, y ahí continuamos en la brecha día a día, reunión a reunión, idea a idea, trabajando y sonriendo al futuro que vislumbrábamos: el Espacio Educativo La Oropéndola.



Y así esperando y esperando, buscando y confiando, de pronto, apareció la que sería la casa de La Oropéndola. Pequeña, pero suficiente. Con mucho trabajo, pero nosotros también éramos muchos ya. La energía positiva de este proyecto, con mucho trabajo duro, con mucha obra por hacer, con mucho árbol que cuidar y que plantar y con muchas cosas que vestir en el interior de la casa, fue sumando día a día más manos, más mentes y más corazones dispuestos a crear desde la colaboración y la participación activa.




Cada uno con lo que sabía, todos hemos puesto nuestro grano de arena!!!!

Y pasado el tiempo, puliendo, limando el sueño y a nosotros mismos, quitando asperezas por aquí y añadiendo sonrisas y energía positiva por allá, llegó el día de empezar a funcionar. Llegó hoy, el 3 de septiembre de 2012, y cuando he dejado a mi hija Alba en La Oropéndola lucía un sol radiante, el aire  era limpio y, por fin algo fresquito y el cielo no podía ser más azul. Ana y Sergio, los "maestricos" brillaban también de emoción, y han sonreído felices al recibir a la primera niña "con su mochila de escuela", porque Alba quería llevar ahí sus pequeñas cosas.


Este día de hoy, en el que La Oropéndola ha echado a volar, ha sido realmente emocionante. Y en el correr de esta mañana, en la que algo bueno y grande, muy grande, ha sucedido en nuestro pequeño mundo garruchalero, sigo teniendo todavía viva esa sensación en mi piel.

Dos día después, el 5 de septiembre de 2012, aquí están los pequeños por los que hemos juntado nuestras energías y las hemos llevado hasta La Oropéndola.







Enhorabuena a todos los que seguimos siendo parte de proyecto ahora, y a los que estuvieron y se fueron, pero nos apoyan en la distancia: Carmen y Rafa, Chussa y Javi, Ana y Sergio, Flor y David, Pilar y Angel, Alicia y Ana, Viky y Luis, Olaya y Jan, Manolo y Eli, Dani y Pablo, Joy y Pablo, Marta y Cuco, Esther y Emilio, Carol y Carlos, Guille y yo, la Mó. Y por supuesto a nuestra madrina Pilar Candela "La Pili".

Ha sido un trabajo de equipo constante que ha generado mucha energía positiva, y que sigue dando mucho a los pequeños que lo viven día a día.


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