Ni
videojuegos, ni películas, ni series de
televisión, ni aplicaciones informáticas... Nada puede sustituir lo que un niño
aprende en plena naturaleza. El olor de las flores, el vuelo de las mariposas,
el viento en su cara, el sonido del canto de las aves ...
Experimenta todo lo que existe a su alrededor.
Un grupo
de investigadores ha constatado ahora que, además, el medio natural hace a los
niños más fuertes para afrontar el estrés
y ser más respetuosos con el medio
ambiente. En definitiva, contribuye a su bienestar.
Los
expertos llegaron a esta conclusión mientras intentaban conocer y definir un
nuevo trastorno denominado «trastorno de déficit
de Naturaleza», es decir la falta de contacto directo con el medio
natural. «La vida cotidiana actual nos aleja de los espacios naturales y nuestro sistema nervioso y el funcionamiento
psicológico requiere contacto continuo con la naturaleza para nuestro
bienestar.
Al fin y al cabo, vivimos en las ciudades desde hace poco», explica
José Antonio Corraliza, catedrático de Psicología Ambiental en la Universidad
Autónoma de Madrid, uno de los investigadores en colaboración con Silvia
Collado, investigadora de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Si queréis más información sobre este tema y otros visitad el Blog Educar en verde
Abrazos más verdes si cabe!!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario